martes, 12 de enero de 2010

Autoridad vs Poder (y viceversa)



Existen, al menos, dos modelos muy distintos de ejercer el liderazgo. Uno, que me permito la licencia de identificar con el que se sigue en el PSOE local basado en el poder y otro, que se fundamenta en la autoridad, una clara referencia del modelo seguido en el Partido Popular.

“El poder que se ejerce por la fuerza tiene su sustento en la violencia, la manipulación es un poder que se ejerce ocultando las intenciones mediante un esfuerzo deliberado y exitoso de influir en las respuestas de individuos o grupos a los que no se les comunica explícitamente las intenciones del poderoso (Wrong, 1980)”

“A diferencia de la fuerza, la manipulación y la persuasión, la autoridad se vincula a la existencia de cierta legitimidad y de una estructura jerárquica que conlleva a ordenamientos institucionalizados. "Sólo cuando un sistema de autoridad se desmorona, o un individuo dado pierde su autoridad, debe recurrirse al poder para asegurar su conformidad..." (Peters, 1967)”

Puede haber un número de personas, a las que le molesta que la presidenta local del Partido Popular ejerza un liderazgo claramente identificado con un modelo de autoridad y no de poder, basado en el trabajo diario, la verdad y en la cercanía a los problemas. Puedo entender que les moleste, porque es un modelo estable y con el que nadie se preocupa por fisuras internas ya que el liderazgo se reconoce y se consolidad con el trabajo diario. Es lógico que no les guste a aquellos que ven peligrar su situación de privilegio, en algunos casos injusta.

En el modelo de poder, el líder necesita ordenar y mandar. En el modelo de autoridad, el líder se precia de saber escuchar y actuar contando con la opinión de los demás.

Y es importante observar la evolución de los modelos en el tiempo. En el modelo de poder, la capacidad de ejercer la da una posición en un organigrama y cuando la posición desaparece, cesa el poder. En cambio, cuando un líder lo es porque se ha ganado el respeto y el reconocimiento de su autoridad por lo que les rodean, sea actualmente Alcaldesa o no, lo haya sido o lo será, su autoridad está por encima de cualquier cargo institucional.

Se es más líder porque se es más persona, y el liderazgo se ejerce igualmente desde una tribuna en el Parlamento de Andalucía, desde un sillón en el pleno municipal o subida a un tractor entre fango e inundaciones.

Hay otros (u otras) que necesitan un bastón de mando para hacerse respetar y, aún así, no lo consiguen.

(Las fotos son de La Voz Digital)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Antonio,a esta alturas donde se ha comprobado-he comprobado-en mis propias carnes que todo hombre guarda una fiera en su interior(gente cercana que van de solidarios se destapan como depredadores contra el sentido común,o comportamientos de auténticos tiranuelos sin escrúpulos),a lo único que se aspira es que se gestione la ciudad bajo parámetros de formalidad,diligencia,austeridad,y compromiso de querer lo mejor para la ciudadanía.Por supuesto educación y nulo sectarismo.
Tal vez por ello hay pueblos y capitales donde el sabio pueblo premia a sus gestores políticos con mandatos largos ejercidos desde la más absoluta normalidad democrática.Tu pueblo,mi pueblo, está necesitado de gente así y espero que la sabiduría se superponga sobre la propaganda barata de gente que han cogido una responsabilidad para la que evidentemente no estaban preparadas.Falla la reina,falla la colmena entera.
Saludos buena gente

Un espectante esperando las próximas elecciones

La libertad política es la condición previa del desarrollo económico y del cambio social. John Fitzgerald Kennedy