martes, 8 de julio de 2014

Empleo y calidad de vida



Todos debemos mantener grabado en nuestra conciencia el artículo 13 de la Constitución Española de 1812: "El objeto del Gobierno es la felicidad de la Nación, puesto que el fin de toda sociedad política no es otro que el bienestar de los individuos que la componen". Sencilla pero profunda redacción que, sin duda, marca el camino de cuáles deben ser las prioridades de cualquier gobierno: conseguir el bienestar de los ciudadanos. El bienestar desde la libertad y la dignidad de las personas, huyendo del intervencionismo y el control de sus vidas, pero propiciando las condiciones sociales para su desarrollo.

Y bajo estas premisas se debe encuadrar cualquier proyecto político de presente y futuro. Hace unos años la situación de Jerez animaba a marcar tres objetivos fundamentales de gobierno. La situación económica del Ayuntamiento se había convertido en uno de los problemas principales de la ciudad, no por su situación en sí, sino por los efectos que contagiaba al exterior: quiebra absoluta, impago persistente a trabajadores y proveedores y determinados servicios (que se pagan con los impuestos de todos los ciudadanos) colapsados o al borde del colapso. Tres años después la deuda sigue, pero ya no se incrementa exponencialmente año tras años, está ordenada y estructurada y es posible atender, con cierta normalidad, a los pagos que se deben hacer frente para poder prestar los servicios a los jerezanos. Claramente, el Ayuntamiento ha dejado de ser un problema para la ciudad y se ha convertido en un aliado. Parecía imposible, pero con el esfuerzo de todos se ha logrado.

Y ahora hay que seguir trabajando en otros dos objetivos fundamentales. Si antes hablamos de normalizar los servicios, ahora que ya están normalizados, es importante avanzar en que sean fuente de calidad de vida, sin que esto suponga un esfuerzo adicional para los ciudadanos, en definitiva, sin tomar el camino fácil de la subida de impuestos. Es el momento de plantear actuaciones específicas para que Jerez luzca con esplendor. Para que los jerezanos nos sintamos orgullosos de lo que somos.

Y por último, pero clave para mantener el equilibrio necesario, el empleo. Todos los esfuerzos son y serán pocos para que cualquier persona pueda dignificar su vida, desde un empleo digno. Desde la libertad de poder decidir sobre su futuro sin depender de ningún gobernante. Los últimos datos demuestran que se ha estado trabajando en la buena dirección. Queda mucho por hacer, pero es un reto por el que merece la pena vivir.

Empleo y calidad de vida, objetivos fundamentales, ahora y hace doscientos años, para que la acción de los gobiernos permitan y propicien el bienestar de los ciudadanos. Siempre, no lo olvide, desde el respeto a la libertad de las personas. Ése es el camino, ése es el camino de todos.




Plan de Viñedos



Hace casi tres años el gobierno del Partido Popular de Jerez recogió una propuesta del sector agrario de la ciudad para poder dar un impulso al viñedo del marco de Jerez y aportar una alternativa a los viñistas jerezanos, que han visto reducir sus rentas año tras años por una crisis del sector vitivinícola arrastrada desde los años 80. Precios reducidos de la uva, arranque de viñas y un mercado en equilibrio inestable obligaban a todos a poner nuestro esfuerzo para reinventar el campo jerezano.

Ante esta circunstancia, los agricultores demandaron un nuevo modelo de explotación agrícola basado en el turismo rural y enológico, reduciendo las trabas administrativas -que no legales- para facilitar la materialización de inversiones en las explotaciones agrarias. Como objetivos o referencias, dos modelos conocidos en el mundo por su buen hacer, el Napa Valley en la Baja California y la Toscana Italiana. Un modelo productivo vinculado los atractivos turísticos del viñedo y la producción del vino.

Tres fueron las fases que se plantearon para el desarrollo de este proyecto de futuro. Una primera fase para establecer un marco administrativo, más ágil y flexible. Un segundo paso para poder desarrollar las infraestructuras necesarias de forma integrada y en conjunto. Y por último, o más bien en paralelo, un amplio programa de comercialización y promoción del destino turístico. Y con este sueño todos comenzamos a trabajar.

Fueron muchas los trabajos y las consultas que se realizaron para poder materializar estas herramientas y poder ponerlas en manos de los viñistas y, en definitiva, de la ciudad de Jerez. Fueron muchas las consultas legales y la búsqueda de similitudes con otros proyectos desarrollados hasta que se decidió utilizar un instrumento contemplado en la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía, el Plan Especial. Dice la propia Ley Andaluza que el  Plan Especial tiene como objeto, entre otras, la siguiente finalidad: "Establecer, desarrollar, definir y, en su caso, ejecutar o proteger infraestructuras, servicios, dotaciones o equipamientos, así como implantar Actuaciones de interés público en Suelo No Urbanizable". ¿Es el desarrollo de nuestro viñedo una actuación de interés público?
Consideraciones de oportunidad aparte, ya que nadie dudad del indudable interés público, desde el punto de vista legal para que una actividad sea considerada de interés público debe reunir los siguientes requisitos conforme al artículo 42 de la LOUA: 1. Ser de utilidad pública o interés social.2. Existir la procedencia o necesidad de ser implantado en suelo no urbanizable. 3. Compatible con el régimen urbanístico de la categoría de suelo no urbanizable 4. No inducir a nuevos asentamientos.

El Plan Especial de Viñedos cumple todos estos requisitos. Es de indudable utilidad pública. Necesariamente debe ser implantado en suelo no urbanizable, porque las viñas están donde están. Respeta las determinaciones del PGOU para el suelo no urbanizable y no permite la formación de nuevos asentamientos (no es el Falcón Crest que se inventaron otros...)

Con todo lo anterior es evidente que el Ayuntamiento de Jerez ha hecho los deberes cumpliendo la ley y buscando la sensibilidad y las demandas de los ciudadanos. Estamos incluso dispuestos a no entrar en polémicas estériles y que, si la Junta de Andalucía considera que hay que mejorar corregir o enmendar cualquier aspecto del documento, le tendemos la mano para que nos formule las alternativas que considere oportuno para que esto salga adelante. Si comparten las bondades del proyecto, les pedimos, por favor, que aporten sus consideraciones de forma constructiva.

Si esto queda en un cajón, será una lástima para el futuro de campo jerezano y de la proyección internacional de la ciudad. Deben saber los jerezanos que el Gobierno de la ciudad ha hecho y seguirá haciendo todo los posible para que Jerez brille con esplendor en el mundo. Si esto queda en un cajón, serán otros los que tendrán que dar las debidas explicaciones a todos los jerezanos.



Zapatero II



La memoria es frágil y ya parece que algunos españoles han olvidado los efectos devastadores que ocasionó en nuestro país la política populista  y de cartón piedra que desarrolló un joven presidente del gobierno, sin ninguna experiencia en solucionar los problemas de la economía real, y más preocupado por los discursos dogmáticos e ideológicos que por afrontar los problemas y buscar soluciones. Si España ha tardado más en iniciar la recuperación de la crisis económica ha sido principalmente por ocho años de negación de la realidad y poco trabajo. Zapatero llegó encumbrado y con un importante respaldo popular y de los medios de comunicación y acabó como acabó. Un lobo con piel de corderito.

Y debemos recordar cómo llegó, tal y como llegan todo este tipo de personajes. En una situación de crisis o convulsión social (no olvidaremos en muchos años el 11 M), prometiendo lo imposible y aprovechando el desconcierto sobrevenido de la población. Salvando las distancias, han sido muchos los casos en la historia del mundo en los que se accedió al poder con mensajes mesiánicos que acabaron por destruir socialmente los países que cayeron presos de este populismo.

Y, como suele ocurrir, la historia se repite. En Andalucía tenemos la versión femenina de aquel presidente Zapatero, Zapatero II. En la mayor crisis económica de los últimos años, con la mancha del mayor fraude de fondos públicos (véase el desfalco de los ERE) que se recuerda en Andalucía y el régimen político más duradero después de la dictadura, aparece un producto de marketing político, "ni una mala palabra, ni una buena acción". Una actriz, sin ninguna experiencia en la solución de problemas, con buenos asesores de imagen, un buen fotógrafo y un discurso mesiánico y sin fondo. No podemos olvidar como suelen acabar estas historias si no queremos que la historia se repita.

Gobernar un país, una región o una ciudad no es cuestión de simpatía. El rigor en la gestión del dinero de los ciudadanos, la responsabilidad de adoptar las medidas necesarias para sanar al enfermo (véase el tratamiento de un buen médico que a nadie nos gusta recibir pero del que nos alegramos cuando nos curamos) y el trabajo continuo y honrado, no cotizan en las páginas del papel ‘couche’, pero funcionan. Está claro que Susana Díaz parece más simpática que Montoro, pero la labor del ministro no es caer simpático, sino arreglar la situación de nuestro país para mejorar nuestra calidad de vida.



Con la simpatía y los titulares no se come. Cuando usted vea a Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía por el dedo divino de Griñán, entorne un poco los ojos y recuerde a su antecesor en esto del marketing político. Tuvimos a Zapatero y ahora en Andalucía y España nos quieren colar su versión femenina, Zapatero II. Agárrense que vienen curvas.
La libertad política es la condición previa del desarrollo económico y del cambio social. John Fitzgerald Kennedy